Hay muchas personas que pretenden afirmar lo siguiente, a propósito de la evidencia de nuestro origen evolutivo natural:
"aceptar la evolución como un proceso natural, no IMPLICA que la CAUSA de que los seres vivos tengan las maravillosas adaptaciones que tienen NO sea un PLAN procedente de una "inteligencia transcendente" (sea lo que sea lo que pueda significar esto); pero elimina una de las RAZONES que había para pensar que fuese así, y por lo tanto, hace menos PROBABLE que lo sea."
Y esto, con perdón, no es cierto. No se elimina una de las razones para pensar que fuese así, en absoluto. Hay millones de creyentes que aceptan a la vez a su Dios y a la evolución, ya que proponen que la evolución es un mero acto orquestado por su Dios desde el inicio mismo del mundo: ¿realmente somos capaces de negarles con fundamento que esto no sea así? Y si no lo podemos negar, ¿como defender que con Darwin se elimina una razón para pensar que nuestra existencia no es fruto de un plan divino?
Darwin lo único que hizo fue desplazar el "misterio" de nuestro origen a un pasado más remoto, pero que termina igualmente en un punto creacionista: el creacionismo del espacio-tiempo, y las leyes naturales en este caso. Ahora comprendemos el proceso natural por el que se origina el hombre, pero no comprendemos el origen de este proceso natural QUE BIEN PODRÍA, PESE A DARWIN, SER CONSECUENCIA DE UN PLAN TRASCENDENTE.
Al que no acepte esto que digo, yo le propongo lo siguiente: la probabilidad permanece como siempre; y si realmente quieres negar esto yendo más allá de una creencia subjetiva tuya, debes primero legitimar o justificar tu afirmación de que Darwin eliminó una razón para pensar que nuestro origen sigue un "plan" trascendente: debes demostrar una incompatibilidad entre nuestro origen evolutivo natural y el origen trascendente de ese proceso natural.
En otras palabras: deberías demostrar que es incongruente aceptar a Dios como el creador del mundo natural que da origen posteriormente al proceso evolutivo...
No creo que puedas, por supuesto; y es que la posibilidad metafísica permanecerá como siempre, inalterada. La probabilidad de un origen metafísico, por mucho que comprendamos nuestro mundo natural, va a estar siempre indeterminada. Aquí aplica de nuevo el principio de indiferencia: la probabilidad de Dios dependerá de cuantas posibilidades nos molestemos en enumerar: en el caso básico "Dios existe" o "Dios no existe", pues tenemos 1/2 de probabilidad para cada caso, y así será por siempre jamás.
Evidentemente, yo no soy creyente ni ateo, sino agnóstico.
Un saludo.
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