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viernes, 24 de octubre de 2014

Carlos Belmonte hablando sobre la ilusión del libre albedrío


Carlos Belmonte (Albacete, 1943) fue fundador del Instituto de Neurociencias de Alicante (CSIC-UMH), que dirigió entre 1989 y 2009, y ha estudiado en profundidad los mecanismos responsables del dolor. La semana pasada recibió la distinción de Maestro de la Lección Magistral Andrés Laguna 2014, que otorgan la Universidad de Alcalá y la Fundación Lilly, y realizó un repaso a las últimas décadas de la neurociencia en España. Desde su conocimiento del pasado, tampoco rehuye hacer predicciones sobre el futuro en el que ve la neurociencia como una fuente de conocimiento que transformará nuestra manera de entender el dolor, la vida después de la muerte o la culpa.

Os paso a continuación un enlace a una entrevista que ha realizado para el diario El País: http://elpais.com/elpais/2014/10/21/ciencia/1413885358_297991.html

Es una entrevista muy interesante, donde Carlos Belmonte comenta que nuestro concepto de libertad es una ilusión, y que estamos condicionados:

"El concepto de libertad es una ilusión sostenida entre los seres humanos que se basa en que las probabilidades de realizar un acto diferente son tan altas que, en este momento, es imposible predecir lo que va a hacer alguien. Porque son 85.000 millones de neuronas, multiplicado por 1.000 conexiones de media por neurona. Las posibilidades son casi infinitas, pero son finitas, así que al final se va a poder hacer algo que se parecerá extraordinariamente a la actividad de un ser humano.Nuestro concepto de libertad es falso. Estamos condicionados. La consciencia es menos del 10% de nuestra actividad cerebral en un momento determinado. Ahora se está estudiando mucho cómo se producen las decisiones y es evidente que la decisión está tomada mucho antes de que tú la conozcas conscientemente y la expliques. De hecho, cuando se modifica artificalmente una decisión, el sujeto la explica igual. Nosotros explicamos a posteriori las decisiones que adopta nuestro cerebro basándose en la memoria, en las emociones y en toda una serie de datos que se procesan de una manera inconsciente.
Ese es el mérito de Freud, que fue capaz de hablar del inconsciente como un elemento fundamental en la manera de funcionar de los seres humanos. El cerebro es una maquinita hecha para facilitar nuestra supervivencia y todo lo que llamamos procesos mentales complejos en realidad no son más que maneras de analizar los datos, la información y adoptar una información que siempre tiene unos componentes de supervivencia críticos, ya sea nutrición, sexo o cuidados de las crías, de los que no somos conscientes."

La entrevista merece mucho la pena ser leída. Espero que os guste.

Un saludo.


martes, 21 de enero de 2014

La falacia de quitarle al rico para solucionar la vida de todos los pobres

Estos días se ha dado mucho bombo a la siguiente noticia: 85 ricos suman tanto dinero como 3.570 millones de pobres del mundo

A partir de esta noticia tan sensacionalista, es difícil no caer en la tentación de pensar que, si pudiéramos quitarle todo ese dinero a esos pocos ricos, el resto de la población tendríamos la vida resuelta...pero, no. Quitar todo lo que esos 85 ricos tienen, sólo valdría para repartirnos entre el resto unos pocos euros, que poco nos solucionaría ni siquiera a muy corto plazo.

No se puede concluir tan a la ligera que quitar el dinero a los ricos va a solucionar el problema del resto de la población. Por ejemplo; el artículo detalla que los 10 más ricos de Europa acaparan 200.000 millones de euros. Pero, de hecho, si expropiamos a esos 10 afortunados todo su dinero, y nos lo repartimos entre los 739 millones de habitantes de Europa...¡nos saldría a un reparto único de 270€ por persona!

Es decir, pondríamos en riesgo la estabilidad del funcionamiento del mercado, por conseguir 270 euros. Y esto es sólo un ejemplo de como, con un poco de matemática básica, se puede comprobar de primera mano el hecho de que no hay recursos suficientes en el mundo para que todos tengamos de todo.  No es necesario ser economista para entender lo siguiente (vale como digo, con un poco de matemática elemental):

Si cogemos todos los recursos disponibles, y los repartimos entre los miles de millones de humanos (teniendo además en cuenta el crecimiento exponencial de la población)...¡todos seríamos pobres! Resulta que simplemente los recursos a repartir no son suficientes ante un divisor tan descomunal y en crecimiento...

Es decir; que es cierto que en la sociedad hay muchísimas más personas de clase baja que de clase media y alta, pero la cuestión es que, si dividimos todo lo disponible entre toda la población, no obtendremos, como se puede pensar en un principio, una sociedad con todos sus miembros de clase media, sino una sociedad en la que todos seremos pobres.

Y si esta falacia se mantiene, es porque, cuando reflexionamos sobre este tema, no somos conscientes de la proporción entre recursos y población. Sólo vemos que unos pocos tienen mucho, y nos imaginamos injustificadamente que, si todo lo que esos pocos tienen se repartiese, todos tendríamos lo mismo que ellos. La triste realidad, sin embargo, es que no hay recursos suficientes en el mundo para que tantos miles de millones de personas tengan privilegios siquiera de clase media.

Aunque lo peor del tema, es que esta falacia de quitar al rico para que todos tengamos mucho más, es utilizada a menudo para generar odio contra el sistema...cuando nuestro sistema funciona lo mejor que puede hacerlo un sistema con la proporción recursos-habitantes que existe en el planeta actualmente.

Y espero, por favor, que no se tomen estas palabras de simplistas. Estoy hablando sobre una falacia que comenten muchos al pensar que, quitando todo, a los pocos que tienen mucho, conseguiríamos que todos tuviésemos mucho. Eso es falso, y eso es a lo único a lo que me refiero; porque además me parece que ese es el trasfondo al que estas noticias sensacionalistas parecen querer llegar.

Ya luego se puede hablar mucho de repartos más o menos equitativos; pero el hecho es que, por muchas vueltas que se le de al asunto, de donde no hay no se puede sacar. Si tenemos 'x' recursos y hay que dividir entre un divisor enorme, la única manera de aumentar significativamente el reparto unitario es consiguiendo nuevos y mayores recursos a repartir (lo que es complicado, ya que los recursos del planeta son los que son), o disminuyendo mucho el divisor (lo que también es complicado, teniendo en cuenta que la población crece exponencialmente, y que nadie quiere que le limiten la libertad de procrear lo que le plazca). Poco se puede hacer de otra manera: modificar la forma o modo de reparto sólo sirve, en el mejor caso, para desplazar la pobreza de un lugar a otro.

Un saludo.


sábado, 8 de septiembre de 2012

La ilusión tras el supuesto libre albedrío en el hombre


Tratemos desde un punto de vista naturalizado la clásica y errónea afirmación sobre la realidad del libre albedrío en el ser humano. 

Expongo mi argumentación a continuación:

(1) La premisa inicial, y totalmente necesaria de mi planteamiento, es que la teoría de la evolución nos muestra la realidad sobre la existencia y origen de todos y cada uno de los seres vivos del planeta.  A partir de aquí, seguimos:

(1.1) En la actualidad, la teoría de la evolución explica el origen  y estado actual de los seres vivos, mediante la continua transformación en el espacio y tiempo del conjunto de genes en el acervo génico de nuestro planeta.

(1.2) Un gen no es más que un conjunto de moléculas -y una molécula, un conjunto de átomos unidos en este caso mediante enlaces covalentes-. Y, es importante señalar, que no es nada más que eso: una secuencia ordenada de moléculas consecuencia de las leyes mecánicas de la naturaleza actuando en el espacio-tiempo.

(1.3) La expresión de la información contenida en un gen -o conjunto de genes- da lugar al fenotipo del individuo. Es decir, que la enorme secuencia de moléculas que conforman el genotipo de un ser vivo cualquiera, es el único responsable de su fenotipo, y de nuevo, dicho proceso de expresión es únicamente consecuencia de las leyes mecánicas de la naturaleza.

(1.4) El fenotipo es cualquier característica detectable de un organismo (estructural, bioquímica, fisiológica o conductual) y viene determinada por la interacción entre su genotipo y el medio ambiente.

(1.5) El medio ambiente es por definición, todo lo que rodea al ser vivo. Y todo lo que rodea al ser vivo es naturaleza: materia, energía, y leyes naturales interactuando en el espacio-tiempo.

(2) Todas las plantas y animales son por definición seres vivos.

(3) Según (2),  (1) , (1.3), y (1.4) toda planta y animal consiste y es, simplemente un conjunto ordenado de moléculas muy específicas, que mediante la mecánica se expresan de una manera muy determinada dando lugar a un organismo o individuo.

(4) El ser humano, por definición, es un ser vivo y forma parte del reino animal.

(5) El ser humano; cada hombre, su organismo todo, es; según (4) y las premisas de (4), simplemente un conjunto de materia unida y ordenada por un proceso evolutivo, siguiendo exclusivamente las leyes naturales. Según (1.4) todo su ser viene determinado por su organismo, el cual viene determinado por la expresión natural de su genotipo junto con el medio ambiente.

(6) Según (5) y (1.5), no es necesario para explicar el origen del ser humano ningún ente o acto sobrenatural.

(7) Puesto que el hombre es sólo, y exclusivamente, consecuencia de procesos naturales (6), su conducta no puede requerir o necesitar de algo sobrenatural. Sería una contradicción, y además, las evidencias empíricas muestras justo lo contrario: la conducta del hombre viene preestablecida evolutivamente en su genotipo. Dicha regulación, se sabe además, se expresa fundamentalmente en el organismo, en el sistema neuroendocrino.

(8) El sistema neuroendocrino, es consecuencia del genotipo del individuo (1.4), y en resumen, utiliza la química para compensar o castigar cualquier acto de un individuo. Por ejemplo, para recompensar el enamoramiento o el orgasmo, libera endorfinas.

(9) Según (7) y (8), el organismo humano al completo, incluyendo toda su conducta, es consecuencia única y exclusivamente de procesos naturales: materia actuando en el espacio-tiempo mediante su subordinación a las leyes mecánicas del mundo.

(10) La motivación, por definición, es el concepto en el que englobamos las causas que empujan a un organismo a actuar o moverse. Pero, según (9) vemos que toda conducta o actuación del hombre tiene su base en procesos naturales, más concretamente, según (7) y (8), la motivación es consecuencia de la expresión genética del individuo.

(11) Llegamos con (10) a que toda motivación en el hombre está al servicio de [b]su [/b] genética, y esta, es sólo consecuencia de un proceso evolutivo natural.

(12) Según (11) y (1.3), vemos que todos nuestros actos, del más simple o automático, al más complejo, vienen determinados evolutivamente, y que esta evolución no es más que un proceso natural espontáneo e irracional. No se persigue ningún fin esencial, más que el propio ser. Esto ya lo vio Schopenhauer, y por eso su Voluntad es un querer sin saber qué, porque la propia naturaleza y sus leyes son un querer y un movimiento sin objetivo, y sabemos que él identificó dichas leyes como una objetivación de la Voluntad.

(13) Por otra parte, el hombre en particular, tiene la facultad de poder recordar el pasado remoto, ver el estado presente, y reflexionar sobre su estado futuro. Pero dicha facultad, recordemos, sólo puede ser consecuencia de un complejo proceso neuronal que ocurra en el cerebro del individuo. Según (4) y (3), no puede ser de otra forma, ya que aceptamos que todo el hombre en sí, no es más que naturaleza.

(14) Gracias a (13), el hombre es capaz de decidir conscientemente qué estima es lo más recomendable hacer en cada instante; puede decidir qué hacer. Y de aquí proviene la clásica ilusión del libre albedrío: se toma esta libertad de decisión por una libertad de acción. Pero nosotros sabemos que eso no es cierto. Schopenhauer también lo vio: el hombre, dijo; puede hacer lo que quiera, pero no decidir qué es lo que quiere. Y es que esa decisión –“qué es lo que quiere”- está predeterminada –programada- en su fenotipo, el cual incluye según aceptamos en (8) el sistema neuroendocrino.

(15) Y según (14) y anteriores, vemos que es el sistema neuroendocrino el que determina qué quiere el hombre –mediante un proceso químico de recompensa/castigo-, y ahí es donde nos encontramos el determinismo natural. Podemos reflexionar y seleccionar la mejor alternativa para conseguir un fin, pero ese fin, siempre va a estar predeterminado evolutivamente.

Conclusión: El ser humano no es libre de ninguna manera. Tiene cierta libertad de decisión, pero con una finalidad en su actuación o motivación bien determinada genéticamente (11). No existe tal libertad; sólo somos lo que somos, y estamos obligados a serlo. Concluimos además, que nuestra existencia y nuestros actos no requieren de ningún ente sobrenatural, y es evidente que la naturaleza actúa de manera espontánea, sin perseguir ningún fin esencial: actúa de manera ciega e irracional, y como simples consecuencia de ella que somos, compartimos ese nihilismo.
La naturaleza es un querer insaciable y sinsentido, y eso explica nuestro ser: individuos atormentados y obligados naturalmente a sufrir por nada. Nos dejamos llevar por el infranqueable hedonismo al que nos lleva nuestra naturaleza; luchamos constantemente por sobrevivir y procrear hasta el día de nuestra muerte, y ni siquiera sabemos por o para qué: es natural, no hay respuesta para esa pregunta.

Un cordial saludo a todos.