domingo, 11 de febrero de 2018

La tontuna del nacionalismo

"Amo demasiado a mi país para ser nacionalista"
(Albert Camus)

"La esencia del particularismo es que cada grupo deja de sentirse a sí mismo como parte, y en consecuencia deja de compartir los sentimientos de los demás." 
(George Orwell)

"El nacionalismo sólo permite afirmaciones y, toda doctrina que descarte la duda, la negación, es una forma de fanatismo y estupidez". 
(Jorge Luis Borges) 

"El nacionalismo es un invento de la burguesía para dividir al proletariado"
(Karl Marx)

"El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad."
(Albert Einstein)

Qué penita da que bien entrado el siglo XXI estemos aún en el mundo con idioteces nacionalistas; y peor aún, que todavía se mire atrás en el tiempo para justificar estas tontunas. Porque si mirásemos hacia delante, como deberíamos de hacer, nos daríamos cuenta de que todo este politiqueo nuestro tan particular y localizado en el tiempo no servirá para nada, y que dentro de algunas décadas el mundo entero habrá cambiado por completo (por no hablar de pasados unos siglos o milenios).

Algunos piensan, por ejemplo y centrándonos en la actual España, en una supuesta república catalana del mismo modo en que los nazis fantaseaban con el Reich de los mil años. Se trata, huelga decirlo, de sentimientos absurdos ya que probablemente en poco tiempo (y seguro que no hay que esperar 1000 años), no quedará ni rastro de la actual situación geopolítica en el mundo. Realmente parece de tontos pelearse por algo tan efímero e insignificante como la construcción y destrucción de estados. ¿Acaso no vemos este evidente hecho en los libros de historia?


Pero claro, en el fondo todo trata sobre intereses materiales; y resulta que es fisiológicamente inevitable que nos peleemos hoy y ahora por conseguir el trozo de tarta más jugoso para "los nuestros" (y qué más da lo que pase mañana). Absurdos sentimientos socio-políticos que lo único que hacen es disfrazar el verdadero y más puro sentimiento de egoísmo biológico. Como dijo José Ortega y Gasset: "el nacionalismo es el hambre de poder templada por el autoengaño".

En fin, en el fondo se trata de conductas naturales. Qué le vamos a hacer. Al menos nos ofrecen un trágico divertimento con el que pasar el rato.