sábado, 3 de febrero de 2018

Con tu sonrisa ya tengo bastante

«El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa.»
«Sin música la vida sería un error.»
«La risa es un ser malicioso, pero de conciencia tranquila.»
«Todavía su conocimiento no ha aprendido a sonreír.» 
(Friedrich Nietzsche)


Mucha gente siente orgullo del lugar donde nace. Es algo instintivo, a veces irracional. Normalmente los motivos de tal orgullo son motivos materiales o históricos; pero raramente puede uno sentir orgullo de su ciudad natal por ser fuente de un arte o pasión distintivo. Personalmente tengo la suerte de pertenecer a este caso. Yo soy natural y residente de Cádiz, ciudad donde la misera y el desempleo campa a sus anchas. La provincia más misera dentro de la comunidad autónoma más decadente de uno de los países más ruinosos de Europa. Y sin embargo sonreímos. Desde la desgracia cantamos y reímos, vivimos a sabiendas de nuestro padecer y el arte bulle por nuestra sangre caliente.

La ironía, la burla, la guasa y la indiferencia recorre el cuerpo da cada uno de mis conciudadanos. Y mientras los demás pueblos se afanan vehementemente por el poder y lo material; aquí nos conformamos con las migajas, pero siempre con una sonrisa. Mi pueblo comprende el absurdo y lo combate con la burla y el desenfado; con la actitud más digna que se puede tomar ante esta dura vida absurda e inútil: la indiferencia y el sarcasmo. Nos reímos de nuestro destino, y por el camino nos apoyamos unos a otros a superar este breve trance existencial de la mejor manera posible.

Muchos idiotas se dejan llevar por las apariencias, y toman nuestro marcado acento andaluz o nuestra actitud como signos de ignorancia o incultura. Esos necios no saben que los mejores pensadores de la historia habrían sabido distinguir lo que en realidad somos: uno de los lugares donde con más fuerza se entiende y se combate la incoherencia existencial.

Y por supuesto toda esta conciencia no tiene más remedio que acabar transformándose en arte. De hecho llevamos cantando coplas desde hace ya muchas décadas en un concurso de carnaval que demuestra una originalidad musical y artística que más quisieran muchos otros pueblos más "cultos" y "nobles".

Os comparto, con orgullo, un magnífico pasodoble de una comparsa del concurso de coplas de este años escrita por el gran Juan Carlos Aragón Becerra. Y comparto por completo lo que el autor quiere transmitir con su letra: "Con tu sonrisa ya tengo bastante". Porque sean cuales sean los problemas que tengas en la vida, te animo a sonreír. Mófate de todo y a pesar de todo. Vive con sarcasmo: disfruta del sinsentido. Y regala a los demás tu sonrisa: aunque sea por y para nada a parte de para mostrar tu desdén y falta de esperanza. Todo está bien porque nada importa. Demuéstralo con humor y cachondeo. De esta manera ayudarás a los demás al mismo tiempo que te ayudas a ti mismo.

Que no puedan decir de ti aquello de que “todavía tu conocimiento no ha aprendido a sonreír”.


Letra Pasodoble ‘Por más’  Los Mafiosos (Cuartos de Final)


Por más
que este mundo reviente
de odio miseria y maldades
por más que rechinen vertebras y dientes
y el castigo del dolor no tenga edades
por más que se digan verdades
saberla no sirve a la gente
y entre tantos sufrimientos
galopando pasa el tiempo
con la muerte a toda prisa
y para seguir viviendo
hace falta una sonrisa
hace falta la sonrisa descalza
la sonrisa contagiosa y caliente
la sonrisa que es como la esperanza
y la sonrisa inocente
sonrisa que es como la luz
del faro de la humanidad
sonrisa que en quien se fabrica
su boca bonita abre de par en par
la sonrisa es un te quiero
que da calambre en el alma
y por poquito que valga
ya vale mas que el dinero
la sonrisa es la campana
que anuncia pura la vida
un amor a la medida
que en los labios se derraman
tu sonrisa no se va
tu sonrisa no se va
ni con las cuatro estaciones
porque estalla al escuchar
porque estalla al escuchar
de mi comparsa estas canciones
en el mundo con que tu sonrisa
aguante todo sobra
nada es importante
y si la tengo delante
ya no quiero otro Dios
que se apiade de mi
ni otro verso mas grande que hable de ti
con tu sonrisa ya tengo bastante