La propuesta cosmológica más aceptada actualmente sobre el origen del Universo nos habla de que el inicio de todo lo que hoy percibimos fue fruto de un proceso cuántico. Una fluctuación de vació en cierto campo cuántico primigenio que dio el pistoletazo de salida al proceso inflacionario que más tarde acabó bifurcándose deviniendo en el zoo de partículas de las que habla el modelo estándar. A esa fluctuación espontánea se la conoce como Big Bang, donde el Bang más o menos serían esos segundos inflacionarios durante los cuales el espacio-tiempo aumentaba en tamaño de manera exponencial finalizando por último completamente relleno de esas partículas más mundanas que hoy en día detectamos experimentalmente de manera más o menos directa.
Pues bien, si el inicio de todo fue un proceso cuántico; es decir, una espontánea fluctuación en un campo cuántico. Entonces tal evento primigenio, junto con todo lo que derivó de tal proceso (el Universo percibido), debe estar sujeto a la ley cuántica. En otras palabras: tanto el inicio como el devenir pasado, presente y futuro del mundo deben acatar los mandamientos cuánticos y deben ajustarse a su Naturaleza esencial. ¿Y cuál es la representación más importante del reino cuántico? Pues que todo fenómeno se reduce a la mera probabilidad. No hay un estado de ser definitivo, sino un estado matemático de probabilidad de ser. Nada en el mundo cuántico es y está en un estado definitivo y determinado; sino que todo vagabundea a lo largo de una onda de probabilidad que dictamina en qué porcentaje un ente tiene una determinada cualidad y en que porcentaje tiene tal otra. Todo es difuso e ilusorio y ninguna existencia física parece posible: el principio de incertidumbre se encarga de ello.
No es esta incertidumbre matemática el único rasgo sorprendente de la cuántica, pero sí el más relevante; y más aún cuando se aplica a las variables no complementarias de tiempo y energía (en lugar de a las de posición y cantidad de movimiento). Recordemos que grosso modo (Einstein mediante) energía y masa son cualidades equivalentes, por lo que cuando aplicamos este principio sobre el concepto de energía descubrimos que es posible que algo (lo que entendemos como partícula, masiva o no) aparezca literalmente como una pequeña fluctuación o perturbación sobre el vacío de un campo cuántico determinado; con la única condición de que la relación entre el tiempo que dicha perturbación permanezca como fenómeno en el mundo y la cantidad de energía (~masa) que tal ente posea obedezcan la inecuación que constituye el principio de indeterminación. Esto supone que cuanta más masa posea este ente (perturbación o fluctuación) aparecido desde el vacío cuántico, antes debe tal ente desaparecer de nuevo en la nada.
Pero remarquemos de nuevo que lo que entendemos por partícula no es más que una perturbación o fluctuación matemática dentro de un campo cuántico; en concreto, lo que anteriormente denominamos como masa (~energía) se traduce en cuál es la frecuencia y la amplitud de la onda de probabilidad ocurrida en dicho campo cuántico. Esta onda de probabilidad o perturbación en el campo cuántico (i.e., la partícula) posteriormente se mueve y cambia según el otro andamiaje fundamental del mundo cuántico: la ecuación de Schrödinger. Esta ecuación simplemente va a determinar el cambio en la amplitud, frecuencia, y el modo de vibración en general que va a sufrir esa onda de probabilidad en el tiempo.
Y ocurre una cosa sorprendente al unir los dos conceptos cuánticos arriba descritos: la apariencia de partículas virtuales. Estas partículas, base del andamiaje principal del modelo estándar, vienen a ser partículas normales y corrientes (es decir, perturbaciones u ondulaciones matemáticas) pero que tienen una peculiaridad especial: aparecen sin causa previa pero se desintegran y desaparecen de nuevo en la nada muy rápidamente. Realmente sorprendente: tenemos un ente matemático (un espontáneo proceso de fluctuación ondulatoria) que sucede sin causa previa (sin que nada anterior ni exterior actúe o impulse para que tal fenómeno ocurra) y que debe desaparecer (siguiendo el principio de indeterminación) tan rápido que tal fluctuación en esencia es como si no hubiese ocurrido (para que lo entendáis, no hay a priori modo de que jamás una partícula virtual pueda ser directamente detectada de modo alguno). De hecho a eso se reduce en realidad el asunto y de ahí viene el apodo de "virtual": esas partículas espontáneas e incausadas deben aparecer y desaparecer de modo que su existencia no sea en modo alguno detectables, es decir; como si no hubieran existido en realidad.
Y por fin llegamos al quid de lo que se pretendía explicar en este artículo: al principio del texto describimos el inicio de nuestro Universo como un proceso espontáneo de fluctuación cuántica. Ahora detectamos una equivalencia con lo que hemos denominado partícula virtual más que evidente. El Universo emerge, según el modelo cosmológico más aceptado, como una perturbación (matemática) incausada sobre un campo cuántico primigenio que posteriormente derivó en subsecuentes procesos de creación y desintegración de otras partículas (proceso que también sucede en el modelo estándar, donde una partícula virtual puede desintegrarse en otras partículas virtuales siempre que se respete la ley de conservación de la masa y el principio de indeterminación).
Por lo tanto nuestro Universo percibido podría entenderse en esencia como un proceso virtual en paridad a lo que ocurre en el modelo estándar con las partículas virtuales. Una energética perturbación (un ente matemático de probabilidad sin estado físico definido) emergió del vació de un campo cuántico primigenio de manera incausada (i.e., que nada exterior o externo a tal perturbación actuó sobre este evento espontáneo). Y por lo tanto, según el principio de indeterminación, dicha perturbación primigenia (la energía necesaria tomada de la Nada en dicho evento) debe devolverse (es decir, desaparecer) de manera que tal perturbación (y el resto de ondulaciones derivadas que han ido ocurriendo durante millones de años) deben terminar (y terminarán) de acuerdo a la inecuación del principio de indeterminación del que ya hemos hablado: tan "rápido" que, a efectos prácticos, sea como si en realidad (en esencia) nada hubiese ocurrido.
Podemos concluir así que eso que todos entendemos como Universo no es en realidad (en esencia) Nada tangible o definido, que no hay, pese a que nuestra percepción cognitiva ilusoria nos pretenda "engañar", más que un caduco proceso matemático "fantasma" o virtual con apariencia de ser.
Dejame decirte que las partículas virtuales no son detectables directamente pero sí participan de muchos fenómenos de forma cuantificable, apantallando cargas eléctricas, por ejemplo. Yo sé que lo sabés, pero éste texto deja la sensación de que fuesen una entidad que no deja rastro alguno, casi como la tetera orbital de Russell. Abrazo desde Argentina, te sigo siempre y te he comentado alguna vez (sobre el dinero creado de la nada).
ResponderEliminar¿Cómo puede producirse un evento cuántico sin que exista una consciencia que lo colapse?
ResponderEliminarTambién me parece algo raro apelar a conceptos cuánticos para deducir una "nada" intrínseca. Por supuesto que se rescata desde la causación. Nuestro universo de materia-energía, espacio-tiempo e información puede venir del "vacío cuántico".
ResponderEliminarEs excelente tu blog. Ojalá revisites a Jeremy England, Eric Chaisson, Eric Schneider y Dorion Sagan. O explores a Arto Annila, Karo Michaelian (muy interesante) o el extraordinario Eric Smith (ladero de Harold Morowitz). Abrazo desde Argentina.
Gracias por tus comentarios, César :).
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola profe.
ResponderEliminarBuen artículo, gracias.
Si tuviera que recomendar un listado de libros imprescindibles a leer, cuáles serían?
Aparte de los nombres conocidos, muy interesantes los nombres como Karo Michaelian, estoy devorando e intentando digerir esta conferencia
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=jTILAjP44MI
Qué bueno haber aportado algo!!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar"Diré que la existencia es una vista desde la permanencia. Diré que la no-existencia es una vista desde la aniquilación. Por esto es que los hombres sabios no se quedan en la existencia ni en la no-existencia".
ResponderEliminarMula-Madhyamaka-Karika, XV, 10 por Nagarjuna
(Citado en la Tesis Doctoral : La Teoría del Big Bang y la doctrina de Nagarjuna: El vacío o sunyata como síntesis ontológica de todo cuanto existe).
"La naturaleza aborrece los gradiente". La nada no tiene gradientes. ¿Es eso compatible?
ResponderEliminarBuen post Samu.
ResponderEliminarAsí, si no entendido mal, lo que la mecánica entiende por Nada no es más que un estado posible del campo mecánico-cuántico que subyace y constituye toda la realidad.
Por consiguiente, no es que la realidad sea algo o no sea nada, sino que la realidad puede ser algo y nada, dado que algo y nada son estados posibles de ella.
La noche nochea y el río ría y la rosa rosea y la nada nadea y ο Λογος λεγει —el Logos loguea—
ResponderEliminarMartin Heidegger
Y heidegger heideggerea
ResponderEliminarShalom, muy buena referencia la de esa tesis que comentas. Me la he leído y es un trabajo muy interesante. Gracias :).
ResponderEliminarHola de nuevo a Samu y resto de lectores
ResponderEliminarA raíz de esta interesantísima charla
https://youtu.be/k6VOvXBkEyA
he descubierto la figura de Gustavo E.Romero. Su canal de youtube:
https://www.youtube.com/channel/UCcYC3_rytAKkVoTF69JsFMw/videos
Creo que pueden ser de mucho interés sus videos.
Muy buena referencia también, Solozzo. Gracias!!
ResponderEliminarHola Samu, se le extraña sus escritos,
ResponderEliminarBuenas, Juanca. La cosa es que llevo escritas más de 300 entradas en once años. No me queda mucho nuevo que decir. Y tampoco pretendo repetirme como un loro ;). He aprendido durante estos años mucho más de lo que pretendía y en realidad creo que poco más me queda por aprender (grosso modo, obviamente, ignorando los detalles de cada disciplina). En el futuro quizás alguna idea nueva y rompedora aparezca, pero seguro que no estaré vivo para verla...si es que llega.
ResponderEliminarMientras, me he limitado como digo a divagar y divulgar sobre lo que hoy en día se dan como hechos firmemente contrastados (en físicas y filosofía principalmente), y he llegado a la conclusión final que podéis leer en mis últimos posts (mi cosmovisión): la vida y la existencia que todos percibimos (nuestra representación del mundo en palabras de Schopenhauer) no son en Realidad (en esencia) más que un ficticio espejismo brotando de la absoluta Nada que "alucina" sin parar con la única condición de no modificar en su ser (en esencia) su inmutable, absoluta y eterna Ausencia existencial. Nada existe, Nada existió y la Nada únicamente existirá; siendo lo demás simple apariencia de ser (es decir, de ser algo diferente a la Nada).
Y de momento me limito a vivir lo más entretenido posible mientras el ilusorio tiempo (el delirio cognitivo distribuido por antonomasia) se encarga de convertir mi ilusa idea de identidad y existencia personal en lo que realmente es: Nada.
De todos modos no descarto seguir escribiendo más adelante. Si alguien tiene o quiere que divulgue sobre algún tema en particular soy todo oídos :).
Pero samu, en el post precisamente das a entender que la Nada, el vacío, sólo es una posibilidad más del universo, no su esencia misma. Su esencia sería ser un campo cuántico con múltiples posibilidades de ser, y entre ellas, la de no ser. En definitiva, que la Nada solo es una manera más de ser, una posibilidad más, y no la esencia por así decirlo.
ResponderEliminarUn saludo
Es largo describir todo mi argumento por aquí (en mi blog tengo varias entradas dando mi punto de vista). Pero te hago una pregunta a modo socrático a ver si tú mismo llegas a la conclusión: ¿Qué explicación racional encuentras tú a la existencia en sí (esencial) de algo que sea distinto a la Nada absoluta? En otras palabras: si hay en esencia algo que no sea la Nada absoluta, ¿de dónde procede dicha esencia? ¿Cuál es su causa y sustento? ¿Por qué existe ese Algo y por qué es del modo en que es y no de otra forma, y cómo se transforma esa trascendencia en fenómeno y por qué del modo en que lo hace? Etc. Si te fijas bien, presuponer una existencia en sí no trae más que problemas e incongruencias, paradojas y recurrencias causales irresolubles. Sin embargo, presuponer de base ontológica la no existencia Real, la Nada absoluta, borra de un plumazo todo ese batiburrillo. Y lo hace de manera elegante y coherente. El no Ser de base y la ilusión de ser cognitiva y contingente constituyen la propuesta metafísica más completa, congruente y resolutiva que la razón pueda imaginar.
ResponderEliminarMe gusta mucho esta propuesta que planteas Samu... quizás porque en ella reconozco directamente la base de todo el sistema transcendental de Schopenhauer, con el cual pretende explicar cómo de la nada (la realidad en sí) aparece lo fenoménico. Y el problema es precisamente ese: para explicar lo que vivimos presuponiendo la existencia de una realidad última y definitiva (como la Nada por ejemplo), es preciso realizar un salto transcendental. A fin de cuentas, ¿cómo de la nada puede aparecer algo?
ResponderEliminarVale, una opción es decir que ese algo en el fondo continua siendo nada. De acuerdo, en el fondo algo será nada ¡pero lo vemos como algo! Algo definible, concreto, con propiedades y por ello, distinguible de otros "algos"... ¡aunque este discernimiento sea sólo aparente!
Por tanto, la pregunta continua siendo la misma: ¿cómo de la nada puede surgir, aunque sea de forma aparente, algo?
Sintetizando aún más: ¿cómo de lo real (la nada, lo indefinible, la cosa en sí, lo inexperimentable ya corporal ya mentalmente, etc) puede surgir lo aparente (lo finito, comprensible y definible: un fenómeno, un proceso, un movimiento concreto, etc)?
Aquí la única solución sería, repito, aceptar la posibilidad de un "salto" transcendental. Acaso la existencia de una estructura transcendental que convirtiera lo real en aparente, o como predicaba Platón: que proyectara lo real sobre lo aparente, como el sol se difumina encima de todas las cosas dotándolas de luz, forma, color y por ello, identidad.
El problema de esta solución, pero, es que resulta ser completamente redundante y por tanto trivial. Si existe o no una nada como realidad en sí, es decir, como origen, matriz y causa de todo lo aparente (lo que en efecto vivimos), sólo es una hipótesis. El problema es que es una hipótesis infalsable. Sí, es un problema metafísico.
Pero hay algo más a tener en cuenta; que estemos acostumbrados a preguntarnos el porqué de las cosas y satisfacerlo con respuestas causales por nuestro instinto racional atávico, no significa que la vida tenga o no una razón de ser, un origen, una matriz ¡Una realidad en sí! Y alertar esto es, ya, dar un paso más allá del nihilismo schopenhaueriano.
Dejar la metafísica como un conjunto de hipótesis infalsables e inverificables es adentrarnos hacia un nihilismo 2.0 por así decirlo.
De hecho, pensar que existe una realidad y que todo lo demás son mitos, explicaciones falsas, fantasías, mentiras, apariencias, esbozos de verdades, etc parece ser, más bien, una creencia y una fantasía humana inverificable más.
Muchos hombres de ciencias se han convencido de que existe un tesoro escondido en las profundidades de la vida, y llevan milenios buscándolo, encegados precisamente por tan violenta convicción. Y bajo esta pasión ciega (desde platón la búsqueda del secreto de la vida es una pasión, así lo expone en el mito de la escalera del amor), cualquier señal, signo, susurro lo toma, sin más, como un indicio de la existencia de ese supuesto tesoro: la realidad.
Solo tenemos hipótesis inverificables. La nada es una más... ¿y a donde nos lleva este escepticismo (nihilismo) radical? ¿qué no podemos conocer nada de la realidad? Bueno, esto continua siendo una hipótesis inverificable... en fin; menudo laberinto. ¿cómo salir de él?
No te desanimes, seguro que tienes más cosas para contar en este espléndido blog
Es metafísica, sí. Pero es una hipótesis que tiene muchas virtudes sobre todas las demás: no deja nada por explicar. Es racionalmente completa y congruente, carente de regresiones infinitas y de preguntas ontológicas abiertas. ¿Conoces de alguna otra con estas características? Ya te digo que no. Además, tiene el apoyo inmanente de la física moderna si se la entiende bien y a fondo.
ResponderEliminarPor lo tanto, ¿se trata de una propuesta irrefutable?, quizás; pero te aseguro que es lo mejor a lo que podremos llegar como especie sintiente de lo aparente.
Un abrazo.
Extraordinario lo de RDC. Y, por supuesto, todo el trabajo de Samu, aunque yo no lo daría por definitivo. La honestidad intelectual, como la de Frege ante la carta de Russell, no es moneda corriente. Para mí, que en términos de energía (por poner un ejemplo) el cosmos sea equivalente a la nada, no lo hace ontológicamente igual a la nada. Sólo implica que es incapaz de realizar un trabajo sobre algo externo a él. De todos modos, estoy maravillado por este blog y por la reedición, con fundamentos físicos cuantitativos, de la hipótesis mainlanderiana (?) del cosmos como expresión del lento suicidio de Dios.
ResponderEliminarNo me parece cierto eso que dices "no deja nada por explicar". ¿Explica la nada? ¿Explica como de la nada surge algo que no es nada? La física no explica eso, tu mismo lo pones en el articulo de esta entrada: existen los campos cuánticos y la nada o vacío sólo són un valor que pueden adquirir estos campos.
ResponderEliminarEs cierto que a nivel cosmológico usar el concepto de nada (energía cero) es util pq funciona como principio de equilibrio y simetría; no ppara definir que no hay nada. En las empresas se hace lo mismo cuando se desarrolla una balance de situación y se contabiliza el valor de la empresa en activos y pasivos. Que los activos y los pasivos de una empresa siempre, siempre, se igualen no significa que la empresa sea nada, valga nada, etc. El cero puede tener muchos significados, incluso el de infinito.
Por cierto, ¿has quitado los post que hiciste de tus simulaciones sobre los trabajos de jeremy engalnd? No los encuentro...
Un saludo
http://quevidaesta2010.blogspot.com/2015/03/evidencia-favor-de-la-teoria-de-jeremy.html
ResponderEliminarhttp://quevidaesta2010.blogspot.com/2015/03/evidencia-favor-de-la-teoria-de-jeremy_12.html
Por cierto, se sabe algo más de estos trabajos de Jeremy England??? Hay novedades?
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