jueves, 18 de octubre de 2018

Malas noticias para el futuro de la física teórica

Hoy hemos visto en la portada de diversos medios el siguiente artículo: news.northwestern.edu/stories/2018/october/unprecedented-look-at-elect
"Un examen de la forma de la carga de un electrón con una precisión sin precedentes ha confirmado que es perfectamente esférico, lo que apoya el modelo estándar de la Física de Partículas. "Si hubiéramos descubierto que la forma no era redonda, ése sería el mayor titular en física de las últimas décadas --afirma Gerald Gabrielse, quien dirigió la investigación en la Universidad de Northwestern. El experimento actual era un orden de magnitud más sensible que su predecesor. En español: bit.ly/2ykinYw"

En principio, y para variar, parece que quieren vender el hallazgo como algo positivo, cuando en realidad se trata de una muy mala noticia.
El modelo estándar de partículas es hasta la fecha la mejor teoría física disponible para explicar la mayor parte de los fenómenos del Universo...pero sabemos que es una propuesta incompleta, en el sentido de que deja fuera soluciones para cuestiones tan importantes como: qué es la materia y la energía oscura, por qué hay más materia que antimateria, cómo unificar la relatividad general y la mecánica cuántica, etc.
Sin embargo, la cuestión es que no hay manera de lograr un experimento capaz de refutar dicho modelo. Ni los más de 50.000 millones de euros (y subiendo) invertidos en el LHC han servido para otra cosa que no haya sido contrastar una y otra vez sus predicciones. Y el caso de la noticia que tratamos aquí no es ni más ni menos que otra constatación más del modelo estándar.
Es decir, y para aclarar, que tenemos por una parte el modelo estándar de partículas que es capaz de explicar una gran cantidad de fenómenos empíricos, y por otra parte tenemos fenómenos que no cuadran en absoluto con el modelo. De modo que hay por lo tanto en el mundo dos grandes grupos de experiencias actualmente: aquellas que matemáticamente el modelo estándar explica y predice, y aquellas que caen fuera del ámbito matemático de dicho modelo.
E insistamos una vez más: las matemáticas del modelo estándar sirven para explicar y predecir ciertos fenómenos, pero no sirven en absoluto para explicar otros. No obstante, el hecho de que las matemáticas de un modelo no apliquen a cierto ámbito fenoménico no invalidan al propio modelo como tal, simplemente señala que es un modelo incompleto de la realidad, cosa que se sabe de todas formas desde hace décadas. Este es de hecho el callejón o punto muerto donde se encuentra la física teórica:
Se necesita desesperadamente una refutación experimental del modelo estándar, un experimento claro que "rompa" las matemáticas del modelo estándar dentro de su ámbito fenoménico (donde se sabe que aplican sus fórmulas). Ese hecho, que hasta la fecha no se ha logrado, sería sin duda el punto de partida que ayudaría a comprender por dónde extender al modelo. Qué parte en concreto falló y cómo se podría enmendar. ¡Algo! ¡Lo que sea!...pero como decimos, tras miles de experimentos (algunos de ellos multimillonarios) no se consigue más que una confirmación tras otra. Y eso es algo realmente desastroso para la física como disciplina.
Y es desastroso mucho que nos pese, porque todas estas confirmaciones logran como efecto colateral ir refutando poco a poco alternativas e hipótesis que eran muy prometedoras hasta hace bien poco, como es el remarcable caso de la supersimetría. De hecho, la extensión supersimétrica del modelo estándar prometía grandes cosas en este sentido, como por ejemplo explicar la materia oscura y la asimetría entre materia y antimateria...y experimentos como el aquí tratado (y también el LHC, uno de cuyos fundamentales objetivos era encontrar evidencia de esta supersimetría) han casi descartado su posibilidad (hasta un enorme grado de precisión). Así pues valga a modo de ejemplo el hecho de que estas repetidas (y cada vez más precisas) corroboraciones del modelo estándar han descartado experimentalmente (a niveles de energía humanamente abarcables) lo mejorcito que teníamos en la recámara: la supersimetría.
El LHC, por poner otro ejemplo, tampoco ha logrado hallar evidencia (y era algo que muchos esperaban) de las compactas dimensiones extras propuestas por la teoría de supercuerdas, lo cual pone también muy complicado que algún día se pueda confirmar experimentalmente otra de las extensiones más famosas del modelo estándar.

En resumen.

Que por mucho que se quieran vender este tipo de publicaciones como exitosas, cada nueva contrastación del modelo estándar en experimentos cada vez más precisos y complejos (y caros), supone a su vez la refutación de muchos modelos hipotéticos alternativos. Pero, y aquí viene lo realmente importante, la física teórica está MUY falta de opciones explicativas que estén a la altura del modelo estándar, y las pocas que había nos la estamos ventilando rápidamente (en el mejor caso "empujándolas" experimentalmente a niveles de energía que nos llevaría cientos de años alcanzar, si es que es viable lo cual en ciertos casos tampoco es seguro).
Es decir, que se trata de una verdadera catástrofe puesto que cada vez hay que tirar de ideas más y más extravagantes que requieren además para su contrastación de experimentos a niveles de energía que ya van cayendo fuera de nuestro alcance presente y posiblemente futuro (siendo remarcable en este sentido la teoría de cuerdas).
Así que puede sonar pesimista pero si la cosa continúa de este modo, es muy probable que la física teórica (confirmada con respaldo experimental) quede atascada tal y como la conocemos ahora mismo durante siglos...o incluso milenios. De hecho, ya llevamos casi 40 años sin ningún nuevo aporte (siendo el famoso Higgs el último soporte experimental a una idea de finales de los años 60 del pasado siglo).