Schopenhauer (y Kant) encuentran un problema (identificado ya por el empirismo) y propone una solución (muy bien detallada en la cita propuesta)...pero que parte de supuestos injustificados:
Dado que yo creo conocer, razona Schop., y dado que veo y pienso mis creencias como certeras, debe ser porque mi intelecto posee de antemano nociones "puras" como la del espacio y la causalidad, las cuales me permiten dicha certeza en el conocimiento...¡pero esa argumentación está viciada, puesto que da por "evidente" el supuesto que se quiere demostrar: que nuestro conocimiento es certero y no simplemente una probabilidad causada por el hábito!Y eso sin tener en cuenta la solución propuesta, la cual consiste en proponer una estructura (una noción innata) independiente de la experiencia, sobre la que no se especifica nada a parte de su "mágica" facultad de producir certeza: de su origen, naturaleza, y causa no se dice nada, ni mucho menos se justifican las cualidades que se le otorgan (en ningún momento se demuestra que las mismas efectivamente tengan la capacidad o la cualidad de ofrecer un conocimiento certero y no sólo probable).
Para que Schop. o Kant hubiesen solventado realmente el problema, deberían haber descrito e indagado en el origen y naturaleza de dichas intuiciones anteriores e independientes de la experiencia; y por supuesto deberían haber justificado a partir de dicho estudio que, efectivamente esas intuiciones aplicadas producen necesidad y universalidad.
Es indudable que poseemos esas "nociones" independientes de la experiencia (ni siquiera Hume lo dudaba, hablando en innumerables ocasiones sobre diversas cualidades independientes del espíritu: como por ejemplo la capacidad de nuestro espíritu para reforzar o disminuir nuestra creencia sobre un asunto a partir del hábito de la observación de casos favorables o contrarios sobre el mismo), pero ¿por qué y como podemos afirmar con rotundidad que dicha capacidad intuitiva nos garantiza la certeza en el "conocimiento"? Y es que bien podría no ser así: la duda sigue vigente, y con ella el problema que el empirismo de Hume sacó a la palestra.
Ya he propuesto en otras entradas una posibilidad (de entre miles) que harían dudar de dicha infalibilidad (que ni Kant ni Schop. se molestaron en intentar demostrar). Me cito de nuevo, con perdón:
Dado que yo creo conocer, razona Schop., y dado que veo y pienso mis creencias como certeras, debe ser porque mi intelecto posee de antemano nociones "puras" como la del espacio y la causalidad, las cuales me permiten dicha certeza en el conocimiento...¡pero esa argumentación está viciada, puesto que da por "evidente" el supuesto que se quiere demostrar: que nuestro conocimiento es certero y no simplemente una probabilidad causada por el hábito!Y eso sin tener en cuenta la solución propuesta, la cual consiste en proponer una estructura (una noción innata) independiente de la experiencia, sobre la que no se especifica nada a parte de su "mágica" facultad de producir certeza: de su origen, naturaleza, y causa no se dice nada, ni mucho menos se justifican las cualidades que se le otorgan (en ningún momento se demuestra que las mismas efectivamente tengan la capacidad o la cualidad de ofrecer un conocimiento certero y no sólo probable).
Para que Schop. o Kant hubiesen solventado realmente el problema, deberían haber descrito e indagado en el origen y naturaleza de dichas intuiciones anteriores e independientes de la experiencia; y por supuesto deberían haber justificado a partir de dicho estudio que, efectivamente esas intuiciones aplicadas producen necesidad y universalidad.
Es indudable que poseemos esas "nociones" independientes de la experiencia (ni siquiera Hume lo dudaba, hablando en innumerables ocasiones sobre diversas cualidades independientes del espíritu: como por ejemplo la capacidad de nuestro espíritu para reforzar o disminuir nuestra creencia sobre un asunto a partir del hábito de la observación de casos favorables o contrarios sobre el mismo), pero ¿por qué y como podemos afirmar con rotundidad que dicha capacidad intuitiva nos garantiza la certeza en el "conocimiento"? Y es que bien podría no ser así: la duda sigue vigente, y con ella el problema que el empirismo de Hume sacó a la palestra.
Ya he propuesto en otras entradas una posibilidad (de entre miles) que harían dudar de dicha infalibilidad (que ni Kant ni Schop. se molestaron en intentar demostrar). Me cito de nuevo, con perdón:
De ser cierto el caso que propongo (y es probable que lo sea), nuestra capacidad mental sería fruto de un proceso evolutivo natural, y por lo tanto su configuración biológica (esos a posteriori biológicos) no estarían legitimados (o al menos surge la duda de si lo están) para justificar una necesidad y universalidad del conocimiento mediante su aplicación.
Un cordial saludo.
Un cordial saludo.
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