sábado, 26 de julio de 2014

El gusano humano


Partimos de las siguientes premisas, apoyadas en gran medida por ciencias como la física, la psicología, la psicología evolucionista, además de por la biología y las neurociencias en general:

1) Necesidades y motivaciones constituyen, por así decirlo, el motor que impulsa a la persona a actuar.

2) Motivación es un término bastante amplio utilizado en psicología para comprender las condiciones que proporcionan al organismo la energía para implementar acciones tendientes a obtener algún fin; y ese fin está relacionado directamente con las necesidades. En otras palabras, la conducta humana se dirige, normalmente, hacia la satisfacción de sus fines u objetivos (necesidades).

3) Nuestro origen evolutivo, garantiza que cualquier fin u objetivo que se proponga satisfacer un ser humano sano, va a estar SIEMPRE directamente relacionado con los "fines u objetivos" que la propia evolución ha establecido y determinado durante el largo proceso que ha dado origen a nuestro organismo.

4) La evolución es un proceso físico espontáneo, que no persigue ningún fin esencial o racional, sino que simplemente "dirige" o "empuja" irracionalmente a los organismos vivos hacia la supervivencia y la reproducción. Se puede hablar, por lo tanto, de un "objetivo" evolutivo, pero ese fin no será nunca racional, sino pura consecuencia del funcionamiento físico del mundo. Se puede decir que la evolución empuja a un organismo a moverse hacia la supervivencia, exactamente del mismo modo que la gravedad empuja  a la piedra a caer.

5) La supervivencia y la reproducción de un organismo vivo requiere de un aporte constante de energía y de materia, lo que se traduce en una necesidad de satisfacción constante e ilimitada por parte del organismo.

De estas premisas, que como digo tienen un fuerte apoyo científico detrás, podemos deducir lo siguiente:

Conclusión) TODA conducta humana, se orienta SIEMPRE hacia la resolución de ILIMITADAS necesidades irracionales ("fines" y "objetivos" evolutivos) . 

Y esto nos dice, ni más ni menos, que la conducta de CUALQUIER persona, va a estar SIEMPRE OBLIGATORIAMENTE dirigida a satisfacer necesidades e intereses evolutivos irracionales:

TODA la conducta humana es en el fondo irracional; y esto es así por mucho que utilicemos el razonamiento en la resolución de nuestras necesidades. Es decir; que aunque usemos constantemente la razón como apoyo en la resolución de nuestros problemas diarios, esas necesidades son en esencia irracionales; por lo que TODA esa conducta, fruto de una motivación irracional evolutiva, debe ser y es, en sí irracional.

No es una conclusión fácil de digerir; y pocas personas la abrazarán con gusto. Lo más normal es suponer que la racionalidad hace del hombre un ser especial, con toda su tecnología y su ciencia...pero es pura ilusión psicológica. Como dijo Nietzsche: "el destino del hombre no se distingue del destino del más vil gusano", y no hay cosa más evidente que esa cuando se reflexiona sinceramente sobre nuestra motivaciones diarias:

Toma cualquier pensamiento que tengas a diario, cualquiera. Te aseguro que ese pensamiento, sea el que sea, se puede sin duda reducir a motivos evolutivos de supervivencia y/o reproducción. Y aunque algunos pensamientos o conductas complejas puedan parecer a simple vista resistirse a esta reducción (el arte, la música, etc.), en el fondo son pura fachada, y la psicología evolucionista ya se ha encargado de reducirlos objetivamente a meros motivos evolutivos. No es posible que un organismo evolutivo desee o busque algo que no favorezca un "fin" evolutivo de un modo u otro porque, de ser ese el caso, los genes que codifican (aunque sea parcialmente) ese comportamiento, hace tiempo que habría desaparecido del acervo génico.

Me gustaría enfatizar en esto de nuevo: cuando se reduce cualquiera de las motivaciones que guían nuestros actos a diario, todo se reduce a pura irracionalidad. Y lo que aparenta racionalidad a simple vista, termina siempre reducido a un punto muerto en el que hay que aceptar la irracionalidad detrás de nuestro origen natural evolutivo.

Pongamos un ejemplo práctico para ver mejor ésto:

  • Situación: "Nos levantamos por la mañana, vamos a comprar el pan, desayunamos, y nos dirigimos al trabajo. Por el camino, nos tropezamos con una chica: cruzamos miradas y echamos un vistazo rápido de su cara y su figura; '¡qué buen cuerpo!, pensamos'. Seguimos adelante, y llegamos al trabajo. Realizamos diversas tareas que nuestro jefe nos dicta durante unas horas. Salimos al medio día, y vamos a recoger a los niños al colegio. Hacemos la compra del día en el super, y luego vamos a casa a almorzar. Volvemos al trabajo por la tarde, y socializamos un poco con nuestros compañeros tomando un café: 'cómo me pone la niña de recursos humanos, pensamos'. Terminamos por fin de trabajar, y tras dejar las cosas en casa, nos cambiamos y vamos al gimnasio a hacer algo de deporte. Volvemos a casa, hacemos la cena, y hablamos un poco con nuestra mujer y los niños. Finalmente, y si la cosa se tercia, hacemos el amor con nuestra pareja, y nos vamos a dormir."

Esta situación, puede ser perfectamente el día a día de cualquier hombre de mediana edad. Pues bien, todo lo que esa persona hace, es resolver racionalmente diferentes necesidades que se le han ido presentando durante todo el día. Su conducta ha sido motivada por esas necesidades que ha debido resolver; y ha hecho uso intensivo de la razón para resolverlas de un modo eficiente. Pero si nos fijamos bien en cada necesidad en concreto a resolver, siempre la podemos reducir a "objetivos" evolutivos: buscar alimento para conseguir energía, usar esa energía trabajando para obtener recursos con los que mantener a la familia, observar instintivamente el atractivo de una chica desconocida con la que nos cruzamos, en busca de evaluar alternativas reproductivas para una posible necesidad futura, alimentar, educar, y cuidar de nuestros hijos, ir al gimnasio con ánimos de mejorar nuestra salud y nuestro atractivo sexual hacia los demás, hacer el amor con nuestra pareja en busca de satisfacción sexual, dormir para descansar y recuperar fuerzas, etc.

Y todo parece normal, ¿verdad? No se ve nada raro; de hecho, como digo, este puede ser el día a día de muchos de nosotros. Pero la sorpresa quizás llegue cuando nos preguntemos sobre el porqué o el para qué satisfacer con tanta vehemencia esas necesidades diarias: ¿para qué hacemos lo que hacemos?:

Cuando una persona va al gimnasio (conducta), su motivación principal es la de resolver la necesidad de estar sano (para sobrevivir lo máximo y en las mejores condiciones posibles), y la de necesidad de ser atractivo (para poder, en el momento que sea necesario, hacer uso de ese atractivo para encontrar una buena pareja, además de obtener otras ventajas sociales relacionadas con el atractivo). Y aquí está el quid de la cuestión: resolver esas dos necesidades yendo al gimnasio es algo lógico y racional, pero ¿por qué y para qué tanto ahínco en resolver esas dos necesidades? ¿para qué estar sanos y ser atractivos? La respuesta es sencilla: para satisfacer los "fines" evolutivos de supervivencia y reproducción.

Y, por último, sólo nos queda dar un último salto para comprender el absurdo del mundo: ¿por qué y para qué luchar y actuar en pos de la supervivencia y la reproducción? No hay razón alguna que pueda satisfacer este interrogante. He aquí la muestra de la irracionalidad de nuestra conducta, y por ende, de nuestro mundo. Nos afanamos y nos torturamos continuamente por satisfacer necesidades absurdas; necesidades que simplemente hay que satisfacer porque el mundo es como es; del mismo modo que una piedra debe caer para satisfacer la ley de la gravedad. 

No hay razón en esencia para nuestra conducta, más que la de obedecer nuestro origen físico y natural. Detrás de cada acto que realizamos a diario, se encuentra la irracionalidad y el absurdo; nuestro destino, no se diferencia en nada del destino de ese mosquito que aplastamos de un palmetazo, ni del de esa flor que cortamos para cortejar a una muchacha, ni tampoco del destino de esa bacteria que se afana por replicarse fagocitando un organismo, ni siquiera del destino de esa roca que cae bajo el efecto de la gravedad de un planeta. Todo se reduce a física, a espontaneidad, a irracionalidad, a un ser por ser y del modo en que está escrito que debe ser. 

Y si, después de todo ,existe una realidad o ente metafísico que de sentido a todo esto, debe ser el mayor Bromista que pueda imaginarse uno; porque tanto absurdo no puede ser más que parte de un enorme y maquiavélico chiste transcendental.


12 comentarios:

  1. Hola, Samu

    Felicidades por tu blog, y muchas gracias por invitarme a conocerlo. Lo incluiré en mi lista de enlaces.
    Como te puedes imaginar, estoy bastante de acuerdo con lo que dices en la entrada, aunque únicamente discreparía en una cuestión de matiz: no creo que sea muy correcto decir que nuestras motivaciones son "irracionales", si con ello pretendemos dar a entender algo así como que "son inexplicables", o que "es irracional seguirlas". Nuestras motivaciones y nuestras reacciones son tan explicables, y tienen tanto "sentido" (en ese sentido), como cualquier otro proceso biológico, desde la conducta de las hormigas a la fotosíntesis de las plantas. Además, es cierto que nuestra existencia no tiene un "sentido último", pero eso quiere decir que, de por sí, no tiene sentido aplicarle categorías VALORATIVAS, y en la medida en que "absurdo" e "irracional" las entendamos como cualidades "negativas", pues TAMPOCO son aplicables a nuestra existencia.
    Por cierto, un par de recomendaciones sobre el blog: la letra me parece muy pequeña, se leería mejor si fuese de un tamaño un poco más grande. También estaría bien que incluyeras los botones para enlazar las entradas en las redes sociales.
    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Jesús.

      Me alegra mucho tu respuesta. Me quedó un regusto en tu antiguo blog como de que estabas un poco molesto conmigo por algún comentario que hice; aunque ahora veo que era sólo una impresión errónea mía. Me alegro, porque realmente estimo tus observaciones.

      "Como te puedes imaginar, estoy bastante de acuerdo con lo que dices en la entrada"

      Me lo imaginaba, y supone para mí un gran apoyo de confianza para mi tesis, porque una cosa es lo que uno entienda y luego deduzca, pero si posteriormente otra persona está de acuerdo con esa deducción, y más si es alguien con una importante formación en el tema que se trata, como es tu caso, pues significa un gran apoyo, la verdad.

      Esas palabras, viniendo de alguien como tú, significan para mi más de lo que puedas imaginar.

      "únicamente discreparía en una cuestión de matiz: no creo que sea muy correcto decir que nuestras motivaciones son "irracionales", si con ello pretendemos dar a entender algo así como que "son inexplicables", o que "es irracional seguirlas"."

      No, no quiero decir que no sean explicables (de hecho esas motivaciones son "fácilmente" explicadas racionalmente como puras consecuencias del proceso evolutivo que nos dio origen). Y tampoco creo que sea irracional seguirlas, al contrario, la razón es un apoyo evolutivo en favor de la resolución de dichas necesidades que nos motivan.

      Lo que yo quiero decir, resumiendo la entrada, es que no CREO posible encontrar una razón que de cuenta o que explique el porqué o el para qué, hay que hacer lo que está escrito que con tanto ahínco debemos hacer (sobrevivir y replicarnos). Esa es la irracionalidad o el absurdo del que hablo: nos afanamos continuamente, y a menudo usando la razón, en hacer un trabajo cuya FINALIDAD no podemos (ni podremos) explicar razonadamente (hay que sobrevivir y reproducirse a toda costa, de acuerdo; pero...¿para qué? Esta pregunta me parece irracional, en el sentido de que la razón no puede dar cuenta de ella; a menos de que nos inventemos e imaginemos "razonamientos" trascendentales que sin embargo serán irrefutables e ilusorios. Camus, por ejemplo; tomaba este paso como un suicidio filosófico, por ser una salida desesperada con una renuncia implícita de la razón). Es a eso a lo que me refiero.

      "Además, es cierto que nuestra existencia no tiene un "sentido último", pero eso quiere decir que, de por sí, no tiene sentido aplicarle categorías VALORATIVAS, y en la medida en que "absurdo" e "irracional" las entendamos como cualidades "negativas", pues TAMPOCO son aplicables a nuestra existencia."

      Sí, ya algo así lo hemos hablado en tu antiguo blog en más de una ocasión (no sé si lo recuerdas). Tengo tendencia a atribuir a todo este tipo de conclusiones valoraciones subjetivas y sentimentales (normalmente negativas). Es un fallo que no puedo remediar, pero después de todo soy un hombre con sentimientos xD

      "Por cierto, un par de recomendaciones sobre el blog: la letra me parece muy pequeña, se leería mejor si fuese de un tamaño un poco más grande. También estaría bien que incluyeras los botones para enlazar las entradas en las redes sociales."

      Te haré caso. Gracias por las recomendaciones.

      Un cordial saludo,Jesús. Y gracias por tu comentario.

      Eliminar
  2. Samu,

    Breves comentarios sobre los 4 puntos del principio:

    El 1)
    Pero el problema es saber si esas necesidades y motivaciones son exclusivamente biológicas o si aún teniendo base biológica se fundamentan en aspectos no exclusivamente biológicos.
    El 2)
    Si yo digo Juan tiene como finalidad comer en un restaurante de lujo esta noche, y digo que Juan implementará con ello acciones tendentes para comer esta noche en un restaurant, no rompo el hiato entre biología y fines, solo lo disfrazo de aparente continuidad. Me temo que el asunto de las finalidades y su reducción a pura biología es un tema que el naturalismo evolucionista aún no ha resuelto bien. (En este sentido creo que un libro que muestra las dificultades de este tema y que abre posibilidades fascinantes a una “naturalización alternativa” es el siguiente: “Naturaleza incompleta” de Terrence W. Deacon)
    El 3)
    Me alegro que ponga “fines y objetivos” así, entre comillas. El problema es quitar las comillas y hacer de lo que ponga entre comillas una ristra de suspuestos predicados que se puedan interpretar como exclusivamente biológicos-evolutivos. ¿ Es posible?, tal vez sí, yo no lo sé. Pero de momento no veo que la ciencia pueda asegurar que eso sea así (tal vez me falte ilusionarme más acerca de las posibilidades fundamentadoras de la biología evolucionaria).
    4) dice “La evolución es un proceso físico espontáneo”
    La evolución no es un proceso físico, es una teoría para explicar los procesos de transformación y adaptación de ciertas seres que llamamos vivos. Los procesos asociados de la vida suelen ser además no espontaneos.
    “ que no persigue ningún fin esencial o racional”
    Obviamente, “perseguir un fin” no es una cosa que se pueda asociar a las teorías, o a los procesos físicos en general. En todo caso solo se puede aplicar a los “procesos físicos intencionales”.
    “simplemente "dirige" o "empuja" irracionalmente a los organismos vivos hacia la supervivencia y la reproducción
    No tengo muy claro, si es la evolución la que empuja a la supervivencia o es la supervivencia la que empuja a la evolución. Dicho de otro modo, la evolución no dirige a los seres vivos a perpetuarse obligándoles a ajustarse al medio, sino que es el hecho de que sólo ajustándose al medio se obtiene como consecuencia la perpetuación, y eso si se da, trae como consecuencia el hecho evolutivo.
    ”Se puede hablar, por lo tanto, de un "objetivo" evolutivo, pero ese fin no será nunca racional, sino pura consecuencia del funcionamiento físico del mundo”.
    ¿De qué va ser sino?. Todo es consecuencia del funcionamiento fisico del mundo. Incluso la racionalidad que usted no ve en el proceso que menciona pero a la que trae a colación. Y la intención que yo pongo ahora mismo en contestarle, también. El problema es saber cómo es eso que llamamos funcionamiento físico del medio, y muy particularmente en los supuestos estados intencionales.
    . Se puede decir que la evolución empuja a un organismo a moverse hacia la supervivencia, exactamente del mismo modo que la gravedad empuja a la piedra a caer.
    No son procesos equivalentes. Le vuelvo a recomendar la lectura del libro que mencioné. ¡Ojala (para lo reduccionistas) fuese tan del mismo modo!
    Del 5)
    La supervivencia y la reproducción de un organismo vivo requiere de un aporte constante de energía y de materia, lo que se traduce en una necesidad de satisfacción constante e ilimitada por parte del organismo.
    Para seguir vivo (yo y mis genes) tenemos que comer (yo y mis descendientes). ¡Con lo fácil que es estar muerto, o no ser un ser vivo !. Una materia sin satisfacciones se transforma en materia insatisfecha en búsqueda de satisfacciones… Eso es lo que de manera radical hay que explicar bien, y no sólo sobreponer.

    Saludos de Enric.

    ResponderEliminar
  3. Hola Samu:
    Estoy basicamente de acuerdo con lo que dices, aunque me parece confusa la utilización que haces de los conceptos “racional” e “irracional”. Por otra parte me parecen muy apropiados los matices del primer comentarista anónimo.
    Creo que impregnas todos tus comentarios de un pesimismo excesivo. También la evolución pudo dotar a la mente humana de una cierta capacidad para la alegría y el entusiasmo. No hay más que ver la excitación de unos niños jugando o a una pareja de adolescentes en los momentos previos a una fiesta. No necesitan de ningún otro sentido.
    Cuando uno adquiere cierta edad y bucea en su memoria puede considerar que mereció la pena el el haber pasado por este mundo y haber disfrutado de muchos momentos de dicha. Aunque tambíen es verdad que el dolor, el miedo y principalmente el miedo a la muerte limitan la felicidad humana. En fin, creo que me estoy alargando; hablo de estas cosas en el libro que anuncia en mi blog y que creo que ya conoces.
    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tus palabras, Miquel.

      Cierto es que se puede ver mi postura como pesimista, aunque también se podría ver como una postura realista y objetiva (realismo depresivo) que evita, o intenta evitar, el sesgo optimista que la neurociencia está descubriendo que llevamos programado en nuestro cerebro. Hay un libro que saqué del blog de Pitiklov (Evolución y Neurociencias) que habla precisamente de eso: de cómo nuestra mente es la que determina qué nos debe parecer bueno y qué malo, y además en qué grado. Y para ello nos induce en muchas ocasiones, mediante una ilusiones psicológicas, a valorar más lo poco positivo que observamos, a lo mucho negativo. El libro es este: http://quevidaesta2010.blogspot.com.es/2013/04/the-optimism-bias-tour-of-irrationally.html

      Esos niños jugando o esos adolescentes en la fiesta, puede parecer momentos "felices", pero en realidad sufren (consciente o inconscientemente), y aunque resulte paradójico, de un gran estrés social que no es para nada agradable: los adolescentes en la fiesta sufren en una lucha oculta por conseguir un estatus social adecuado que le permita el acceso a una buena pareja, mientras que los niños jugando sólo se encuentran "entrenando" para futuras contiendas sociales mediante la competición (y la competición causa estrés y desagrado en muchos momentos): jugar es un modo de aprender a afrontar futuros conflictos sociales de diversos tipos, mediante la competición y el enfrentamiento directo, pero con el mínimo peligro de daño físico real.

      En la vida, y para todo ser vivo, si se mira con detenimiento y se reduce lo suficiente, todo es LUCHA por sobrevivir y reproducirse. TODA la conducta humana sigue ese "fin", que es un un "fin" en esencia irracional, en el sentido de que su origen es espontáneo y ciego, y de que no hay ninguna razón humana que pueda dar cuenta del motivo de el porqué es así como debe ser la cosa: simplemente es así; es algo irracional (y este es el sentido en que uso los términos racional/irracional en este post).

      Y por otra parte, lo veo también absurdo porque, siguiendo a Camus, observo en el hombre a un ser racional; consciente de su dolor y de su fatal destino (el sufrimiento, la lucha, la vejez, la enfermedad, y la muerte), y que ahora sabe, además (y gracias a la ciencia) que ese cruel destino es de origen irracional (en cuanto que es causado por fenómenos irracionales: fenómenos espontáneos, y ciegos a un sentido esencial o último). El hombre necesita conocer la razón de su dolor, y sin embargo se encuentra con la mayor sinrazón: y ese es el sentimiento del absurdo que en mayor o menor medidas todos hemos sentido en algún momento de nuestras vidas, casi siempre tras alguna situación trágica, o más trágica de lo normal (ese sentimiento absurdo se suele expresar, cuando alcanza la conciencia, con frases desesperadas del tipo: ¿¡por qué Dios mío!?¿por qué ha tenido que pasar?).

      Y sólo tenemos que inducir o generalizar ese puntual sentimiento absurdo, pero para todo momento vivido, puesto que todos los momentos de nuestra vida, si se miran con detenimiento (y evitando el sesgo optimista), se pueden reducir a tragedia irracional.

      No me enrollo más, Miquel.

      Un saludo y gracias de nuevo por escribir.

      Eliminar
    2. Por cierto, la entrada de la que te hablo en el blog de Evolución y neurociencias es esta: http://evolucionyneurociencias.blogspot.com.es/2013/03/el-realismo-depresivo.html

      Un saludo, amigo.

      Eliminar
  4. Yo estoy de acuerdo en lo que dices, y ahora buscaré este libro sobre el realismo depresivo, pero porque hay que evitar el sesgo optimista. ¿Todos lo deben hacer? ¿ No depende en buena medida de los neurotransmisores que circulan en nuestro cerebro y esto a su vez depende de los genes de cada uno? Hay gente que no parece que evite este sesgo optimista y consigue vivir hasta edades avanzadas con poca inclinación a deprimirse mientras que a otros les pasa lo contrario. En fin, voy a buscar más información en la entrada de Evolución y neurociencias. Un saludo

    ResponderEliminar
  5. ya he leído el artículo sobre el sesgo optimista y sus comentarios. Yo estoy de acuerdo con lo que dices, y con la visión de Pitiklinov. Pero en mi anterior comentario me refería a que somos capaces de ser felices y de gozar en muchos momentos de la vida. Por ejemplo, me gustaron mucho estas palabras que sabrás de quien son:
    "me da igual que hoy mismo me fulmine un rayo, porque nada ni nadie podrá jamás borrar todos mis logros personales, y mucho menos la felicidad y el gozo que he llegado a sentir por ellos."
    Aunque creo que si que se borrarán esos logros personales. El tiempo todo lo deshace. De nuevo un saludo

    ResponderEliminar
  6. Un saludo, Miquel. Y gracias de nuevo por comentar.

    Comprendo que quieres decir, y estoy de acuerdo en que para poder vivir bien es necesario agarrarse al sesgo optimista, y a toda la ayuda que la evolución haya puesto en nuestro cerebro para ayudarnos a sobrevivir. Pero para esos momentos en que se hace (o se intenta hacer) ciencia o filosofía, lo ideal es comprender esos sesgos e intentar evitarlos para poder comprender objetivamente la realidad.

    Es decir, que yo no aconsejo a nadie evitar en el día a día el heurístico del optimismo, ni llevar la contraria a nuestras necesidades instintivas de modo alguno, porque eso solo puede acarrear más dolor para nada. Pero sí creo que hay que tener en cuenta estos sesgos e ilusiones cuando se intenta descubrir y describir el mundo tal y como es :).

    Muchas gracias por escribir, Miquel. Ya me ha escrito también Jesús Zamora (que es el comentario del primer anónimo); sólo haría falta que lo hiciera Pitiklinov para que los 3 bloqueros cuyas opiniones más aprecio hayan participado en mi blog :)

    Un abrazo!!

    ResponderEliminar
  7. Estoy de acuerdo contigo. Es un placer intercambiar opiniones contigo. También coincido en la valoración que haces de los dos blogeros que mencionas. Hasta la próxima. Un saludo

    ResponderEliminar
  8. Una crítica a la ontología y por lo tanto al pesimismo de Schopenhauer la da Gustavo Bueno:

    https://www.youtube.com/watch?v=Hh4M4W6L8sI

    Básicamente es una crítica al monismo de Schopenhauer (la voluntad) que llevada al plano psicológico y ético habría que interpretar como que es absurdo decir que los hombres (así en general) somos felices o infelices. Habrá grupos de hombres que en un tiempo y en un espacio determinados serán felices otros que estarán tristes etc. En algunas partes/épocas el mundo irá mejor para los fines humanos y en otras peor. Todo dependerá de las circunstancias y de la virtud de cada cual algo que en gran medida es difícil prever al ser la historia de las sociedades y la biografía individual procesos caóticos (en el sentido de estar determinados pero ser impredecibles).

    Un saludo y felicidades por el blog

    ResponderEliminar
  9. Felicidades por otro magnífico y atrevido artículo de reflexión!!

    Pienso que sólo hay absurdo. Si te fijas las leyes de la termodinámica son en sí misma absurdas...¿acaso puede explicarse de una forma racional que sean esas las leyes de la naturaleza? Siempre habrá un punto en el que nos paremos y digamos "hasta aquí, ya no podemos causalizar más por ahora..."

    Tras la ciencia, tras cada pedazo de empirismo, hay un "fondo" de filosofía de forma inevitable. Una metafísica crítica que se atreva a dar forma a "cómo se comporta lo real". Al final, existe una manera de operar de la naturaleza, y en esta tarea de interpretación, a pesar de lo que puedan decir, no hay un espíritu sobrenatural o trascendental. ¿por qué las cosas se mueven así? ¿por qué las moléculas parece como si se "desearan" o se "rechazaran" las unas a las otras dependiendo de las circunstancias? ¿Por qué lo real acaba generando formas o estructuras más o menos complejas a partir de lo amorfo, de lo caótico? ¿Qué es lo que MOTIVA este curso de actividad que vemos incesante? Evidentemente, no es Dios, no es una inteligencia ni una conciencia supranatural. No hay "nada" fuera de la Naturaleza. Pero me resulta difícil negar que haya una "inercia" en los diversos fenómenos. Parece como si lo real, la naturaleza, el ser... o como lo queramos llamar, sí tiene reglas, atajos, resoluciones, maneras de operar...

    Y cualquiera de estas cosas al final nos llevan al "absurdo". Quizás igual de absurdo que mostrar una moneda de un euro a un periquito.

    ResponderEliminar